El moho es un hongo que se encuentra tanto al aire libre como en lugares húmedos y con baja luminosidad, pudiendo hacer acto de presencia en paredes, techos, etc. La aparición de moho puede ser dañina para la salud, de ahí que hoy te vamos enseñar cómo quitar el moho de las paredes y evitar su aparición.
Antes de quitar el moho de las paredes se recomienda detectar la raíz del problema, porque de lo contrario, lo más probable es que vuelva a aparecer.
Por qué aparece moho en las paredes o techo
La humedad es un factor determinante para la aparición de moho en paredes o techos. En este sentido, el moho se genera cuando la humedad relativa es superior al 70%.
Los motivos más habituales para que aparezca el moho son los siguientes:
Filtraciones producidas por fugas de agua, goteras, etc
Condensación, es decir, cuando el vapor de agua del ambiente pasa de un estado gaseoso a líquido.
Capilaridad: Es la ascensión del agua a través de los poros de los materiales hacia el interior de la vivienda
El secado de la ropa húmeda en el interior de casa
Nula ventilación de los aparatos de combustión
Cómo limpiar el moho de las paredes
Limpiar el moho de las paredes resulta necesario para preservar la salud y bienestar de las personas, así como para evitar la degradación de la vivienda.
Sigue los siguientes paso para quitar el moho de la pared:
Con la ayuda de una espátula o cepillo, raspa la zona afectada para eliminar la suciedad suelta.
Aplicar un limpiador para suelos y paredes sobre la superficie a tratar y repártelo con una esponja o pincel. A continuación, dejar que actúe el producto durante un periodo de 30 y 60 minutos.
Cepilla bien la superficie enmohecida con el fin de eliminar las raíces del moho.
Aclarar con abundante agua.
Cómo prevenir el moho en las paredes
Si lo que buscamos es prevenir la aparición de moho en las paredes, debemos tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Controla la humedad de tu vivienda, dado que el moho aparece en zonas con niveles altos de humedad.
Ventila la vivienda de forma adecuada para favorecer la circulación del aire.
Evita la acumulación de agua. Tras ducharte o cocinar, seca las superficies húmedas, tales como paredes, encimeras, suelos, etc.
Soluciona las fugas y filtraciones. El agua acumulada en paredes y techos favorecen la aparición de moho.
Limpia de forma regular, sobre todo aquellas zonas que son más dadas a la aparición de moho, como baños y cocinas.
Evita pegar los muebles a la pared, ya que reduce la circulación del aire.
Utiliza productos antimoho para limpiar y prevenir su aparición.