Un repelente al agua para superficies es un producto hidrófugo que aplicado a la superficie del material evita que se formen humedades, manchas y moho. La composición química del hidrofugante crea una película protectora sobre el material, que impide que los líquidos, entre ellos el agua, se filtren.
A diferencia de los productos impermeabilizantes, los repelentes al agua, permiten la transpiración del material, oxigenándolo. De esta forma evitamos que se generen problemas de condensación en determinados cerramientos de la vivienda.
Los repelentes al agua son por tanto, tratamientos superficiales que se aplican tanto en suelos, fachadas como en encimeras.
En la siguiente imagen podemos ver un granito al que se le ha aplicado un protector al agua (izquierda) y a otro no (derecha). Se observa, por tanto, que el producto que no ha sido tratado absorbe la mancha, mientras el otro impide que se filtre.
Granito con tratamiento protector al agua
Existen diversos tipos de repelentes al agua, nosotros aquí vamos a exponer los más relevantes. Si necesitas más información o resolver alguna duda, siempre puedes contactar con nosotros.
Hidrofugante super sealing aqua
Por otro lado, y a diferencia del producto anterior, el hidrofugante para piedra Super Sealing Aqua, está indicado para superficies más porosas y absorbentes.
El producto Sealing Building Plus es un hidrofugante para fachadas de piedra natural, hormigón o sustratos cementosos. Dicho producto tiene la característica de proteger la fachada frente a humedades, la contaminación y el moho. Por otro lado, su composición permite la limpieza de graffitis.
Repelente al agua super sealing
Si bien el repelente Super Sealing no es un hidrofugante base de agua, sino base disolvente, este puede ser una alternativa a los base agua comentados anteriormente.
Está especialmente indicado para mármol, granito, barro, cemento y travertino. Entre sus propiedades más significativas cabe decir que tiene un secado rápido, protege de la humedad ambiente y no modifica el aspecto natural de la piedra.
La superficie a tratar con el repelente al agua debe encontrarse limpia y seca, libre de polvo, aceites o productos químicos aplicados anteriormente.
Se recomienda aplicar el hidrofugante a modo de prueba, en un lugar poco visible, con el fin de comprobar la compatibilidad del producto con el material.
La aplicación se puede realizar con un paño, rodillo o pulverizado.
El lugar de aplicación debe estar bien ventilado y es aconsejable utilizar máscara con protección de gases.
Tras aplicar el producto, se debe dejar secar según tiempo indicado, para posteriormente realizar una segunda pasada. El producto conseguirá su máxima eficacia a las 24 horas de su aplicación. En caso que el producto se aplique en exceso, se podrá retirar con un paño limpio.