El barniz para piedra es una disolución transparente que aplicado a la superficie del material le aporta brillo y resistencia. De ahí que su uso sea apropiado para realzar y proteger los suelos y revestimientos de mármol y granito, así como otros materiales como el cemento.
A la hora de aplicar el barniz para piedra se recomienda limpiar antes la superficie a tratar, de lo contrario, el producto puede no adherirse a la piedra como debiera. Tras ello, aplicaremos el barniz de forma uniforme sobre la superficie del material, dejándolo secar unos minutos.
Si es la primera vez que barnizamos la piedra natural, es aconsejable hacer una prueba en una zona poco visible, de esta forma podemos evaluar los posibles efectos.
Realizado el tratamiento, veremos cómo la piedra natural adquiere cierto brillo, de ahí su efecto mojado, y al mismo tiempo el barnizado le confiere gran resistencia a la abrasión, protegiéndola del tránsito diario y por tanto del desgaste.
Una vez aplicado el tratamiento es aconsejable conservarlo en un lugar seco y a una temperatura máxima de 25 grados centígrados. De esta forma, lograremos mantener en condiciones óptimas el producto.
La piedra natural es un material poroso y por tanto susceptible de absorber con más facilidad tanto las manchas como el agua. Para protegerla de humedades y manchas tenemos dos opciones, o bien aplicar un hidrofugante para piedra o bien un barniz.
En ambos casos, evitamos el deterioro de la piedra y por tanto, estaremos alargando su vida útil.
El barniz para piedra natural se puede usar tanto en interiores como en exteriores, concretamente es recomendable para suelos, fachadas, paredes, encimeras, piscinas, etc.
Si necesitas más información sobre los tratamientos para piedras naturales, pregúntanos, estaremos encantados de poder ayudarte.